
Optimización de los procesos de granallado y pintura en la construcción naval de nueva construcción
La eficacia de la preparación de superficies y la aplicación de recubrimientos en la industria de la construcción naval de nueva construcción se basa fundamentalmente en un enfoque integrado y bien coordinado. Este complejo proceso, esencial para lograr un control de la corrosión de primer nivel, se divide metódicamente en cinco etapas cruciales:
- Entrada de materia prima
- Pintar los módulos
- Pequeñas partes
- Pintura de juntas de montaje a nivel de módulo.
- Pintura final y terminación del barco.
Cada etapa es crucial por derecho propio, pero alcanza su máximo potencial cuando se integra perfectamente en un proceso global.
El astillero: una sinfonía de colaboración
Imagine un astillero como un equipo de fútbol, donde la ejecución dispar de roles, junto con el momento y la ubicación precisos, son fundamentales para una victoria unida. Así como diferentes equipos de fútbol aprovechan sus fortalezas únicas para crear una ventaja para ganar juegos, los astilleros deben emplear estrategias únicas basadas en sus recursos y capacidades para completar los buques de manera eficiente. Las grandes diferencias en las instalaciones, como el espacio de los muelles, las capacidades de las grúas y las áreas de equipamiento, subrayan la necesidad de un enfoque personalizado para maximizar la eficiencia en sus respectivos procesos de granallado y pintura.
Navegar por los tipos de barcos y sus desafíos únicos
La complejidad dentro de los astilleros se ve magnificada por la variedad de embarcaciones en construcción, ya sean petroleros o combatientes de superficie, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de complejos desafíos. Los petroleros, por ejemplo, enfatizan el rendimiento del procesamiento de acero y paneles, mientras que los destructores se centran en los sistemas eléctricos y mecánicos, incluidos los sistemas de combate. Estas diferencias resaltan la importancia de una comprensión matizada de cada tipo de embarcación, lo que permite una navegación más efectiva a través de las cinco categorías principales de pintura y garantiza un proceso de construcción eficiente y personalizado.
(Foto: BlastOne Internacional)
Hay cinco categorías principales de pintura en la construcción naval de nueva construcción:
1. Entrada de materia prima: La base
La etapa inicial de entrada de materia prima marca la pauta para el proceso de construcción. Esta etapa plantea preguntas críticas: ¿Debería procesarse el acero internamente con una máquina de ruedas para la aplicación de imprimación, o es más eficiente obtener acero preimprimado? Esta decisión tiene un impacto significativo en la inversión inicial y los costos operativos versus la conveniencia y eficiencia de usar acero preimprimado. La elección entre el procesamiento interno y la subcontratación afecta no sólo al costo, sino también al flujo de manejo de materiales (y por lo tanto a la eficiencia) del cronograma total de construcción.
2. Montaje y pintado de módulos: Un enfoque estratégico
A medida que avanza el proceso de construcción naval, los paneles y mamparos se ensamblan en módulos, lo que introduce un punto de decisión fundamental con respecto al tratamiento de las costuras de soldadura y el momento de la pintura. La decisión de pintar los módulos antes o después del equipamiento afecta el rendimiento y requiere una cuidadosa coordinación con las capacidades espaciales y de equipamiento del astillero. La mayoría de los grandes astilleros a nivel mundial han adoptado una estrategia de construcción mediante la cual la mayor parte de la explosión y la pintura se realizan en forma de módulos. Actualmente existen grandes instalaciones tecnológicamente avanzadas para granallar, pintar y curar módulos de manera eficiente. Sin una estrategia de granallado y pintura bien considerada que esté alineada con la estrategia de construcción del buque, los plazos, la eficiencia y los costos a menudo se vuelven inmanejables y refuerzan el antiguo mito de que el granallado y la pintura simplemente no pueden ajustarse a ningún proceso de ingeniería consistentemente confiable. Esto simplemente no es cierto.
3. Abordar piezas pequeñas: una clave para la eficiencia
Uno de los desafíos más importantes en los astilleros es la gestión de piezas pequeñas, cuya superficie es propensa a oxidarse antes de su instalación. La optimización de la pintura de estas piezas (a través de cabinas de pintura dedicadas) puede generar ganancias significativas de eficiencia y reducir la necesidad de retrabajo, lo que demuestra la importancia de un diseño de proceso bien pensado para minimizar los cuellos de botella tradicionales. Los planificadores de instalaciones de astilleros a menudo pasan por alto la eficiencia de pintar piezas pequeñas en una instalación dedicada a la pintura de piezas pequeñas.
4. Juntas de montaje y revestimiento final del casco: Optimizar con tecnología
La pintura de las juntas de montaje entre los módulos y el revestimiento final del casco antes del lanzamiento son fundamentales tanto para la estética como para la protección contra la corrosión. Gestionar eficientemente esta etapa requiere un compromiso con la optimización continua del sistema de granallado y pintura, incluidos equipos actualizados, abrasivos, capacitación de operadores y métodos de recuperación. Se ha demostrado que una planificación adecuada, la mejora de la tecnología del operador y la incorporación de monitoreo automatizado del sistema minimizan tanto los sobrecostos como los retrasos en la programación al controlar de manera efectiva el comodín históricamente rebelde del proceso de granallado y pintura.
5. Pintura final: El toque final
La última etapa, la pintura final, ocurre después del lanzamiento y antes de la entrega, lo que ofrece la oportunidad de emplear productos y técnicas avanzadas, como la limpieza con espuma y kits de retoque de pintura. La investigación y la innovación en esta etapa pueden mejorar significativamente la eficiencia y la calidad, destacando la importancia de mantenerse al tanto de los últimos avances en tecnología de pinturas.
(Foto: BlastOne Internacional)
Conclusión
La optimización de los procesos de granallado y pintura en la construcción naval de nueva construcción es un esfuerzo multifacético que exige una planificación de sistemas integradores, así como la adopción de nuevas tecnologías y procesos de monitoreo en tiempo real que se adapten a los desafíos únicos que plantea cada astillero y tipo de embarcación. Contrariamente a la experiencia y opinión popular, existen soluciones modernas para la gestión históricamente caótica de esta operación de ruta crítica. Al integrar las cinco etapas dispares del proceso holístico en una estrategia de producción general, los astilleros pueden lograr una calidad, eficiencia y rentabilidad incomparables en sus operaciones. Este enfoque integrado no sólo mejora el rendimiento y la longevidad de los buques, sino que también solidifica la ventaja competitiva de un constructor naval en la dinámica industria de la construcción marítima.
El autor
Colin Gallagher, director de optimización de astilleros, BlastOne International
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