Más retrasos para la inspección de la ONU del FOE en descomposición frente al Yemen devastado por la guerra
La misión de la ONU que se retrasó mucho tiempo para inspeccionar y comenzar el trabajo de estabilización de un FSO abandonado frente a la costa de Yemen se ha retrasado una vez más y la ONU ha expresado una mayor preocupación de que podrían perder la oportunidad de abordar lo que han llamado "un tiempo bomba."
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo a los periodistas durante su sesión informativa diaria el 27 de enero que la ONU había encontrado algunos retrasos fuera de su control debido al "envío internacional". Si bien esos problemas ya se han resuelto, persisten otras preocupaciones logísticas. Continúan las conversaciones con las facciones hutíes que controlan el área de Yemen cerca de la terminal petrolera de Ras Issa. La FSO más seguro está anclado frente a la costa occidental de Yemen en el Mar Rojo.
"Hemos comunicado a las autoridades hutíes nuestra preocupación por varios problemas logísticos que siguen pendientes", dijo Dujarric a los periodistas. "Necesitamos resolver urgentemente estos problemas en los próximos días para evitar perder la ventana para una implementación oportuna".
En los últimos días surgió otra complicación con los informes de un aumento de las hostilidades al norte del sitio cerca del puerto de Hudaydah. Los bombardeos en la zona han causado más daños a uno de los pocos puertos operativos de la región. Hay informes de víctimas civiles y más daños a la infraestructura del país, que ya se está desmoronando.
La ONU espera ahora poder llegar al petrolero oxidado a principios de marzo. Anteriormente habían dicho que la inspección comenzaría en enero o principios de febrero.
Desde 2019, la ONU ha estado destacando el creciente peligro del buque abandonado que contiene 1,1 millones de barriles de petróleo crudo. En mayo de 2020, hubo informes de una pequeña fuga interna que se cree que estaba en la sala de máquinas. Mientras se realizaban las reparaciones, los propietarios de la embarcación dijeron que no podían mantener el petrolero, lo que aumentaba los temores de una catástrofe ambiental inminente.
La ONU llegó a un acuerdo con los rebeldes en noviembre de 2020 que permitiría a su equipo comenzar la inspección de la embarcación que fue construida en 1976 y se cree que posiblemente no haya tenido mantenimiento continuo durante años. Además del peligro de que la embarcación pueda ser bombardeada o atacada, los signos visibles de óxido y descomposición han suscitado una creciente preocupación por el estado de la embarcación. Además, se cree que los tanques no se han ventilado adecuadamente durante un período prolongado, lo que genera preocupaciones sobre una situación tóxica a bordo o una posible combustión.
El objetivo de la misión de expertos liderada por la ONU es evaluar la embarcación y realizar un mantenimiento ligero inicial, así como formular recomendaciones sobre qué acciones adicionales se requieren para neutralizar el riesgo de un derrame de petróleo.
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