Embarcaciones encalladas en ríos de la región amazónica afectada por sequía
La barcaza que transportaba tres camiones y 2.000 cilindros vacíos de gas para cocinar yace varada en los vastos bancos de arena de un disminuido río Río Negro después de encallar el mes pasado, lo que pone de relieve la difícil situación del transporte fluvial en una región afectada por una grave sequía.
El capitán del barco que remolca la barcaza, Junior César, dijo que habían venido a recoger suministros desde Borba, a unos 280 kilómetros de distancia sobre el río Madeira, un afluente del Amazonas que ha visto descender sus niveles de agua a mínimos históricos.
"A medida que nos acercábamos, encallamos y la ayuda llegó demasiado lenta para reflotar mi barco ya que el agua retrocedía muy rápidamente", dijo en una entrevista.
La región amazónica está bajo la presión del fenómeno climático de El Niño, con un volumen de lluvia en el norte del Amazonas por debajo del promedio histórico y niveles de los ríos cayendo cerca de niveles récord.
"En Madeira están apareciendo playas y rocas que no habíamos visto antes", dijo César.
La ola de calor y la sequía, vinculadas a la muerte masiva de peces y delfines de río, han limitado el acceso a los suministros de las comunidades locales que dependen del transporte fluvial en la selva tropical.
César dijo que los estantes de las tiendas se están vaciando en Borba, donde su barcaza entrega alimentos, agua potable, gas para cocinar, gasolina y materiales de construcción.
En septiembre, el gobierno de Brasil creó un grupo de trabajo humanitario para entregar paquetes de alimentos a aldeas aisladas y comunidades indígenas. El martes, grupos indígenas de la Amazonia pidieron al gobierno brasileño que declarara una emergencia climática ya que sus aldeas no tienen agua potable, alimentos ni medicinas debido a una grave sequía.
Las autoridades advierten que los bajos niveles del río podrían afectar las exportaciones de granos de los estados agrícolas cercanos. En Madeira, dijeron que las rutas de barcazas utilizadas por empresas de cereales como Cargill, Bunge y Amaggi están abiertas, pero las cargas se están reduciendo como medida de precaución.
((Servicio-Marítimo) - Informe de Bruno Kelly; escrito por Anthony Boadle; editado por Aurora Ellis)
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