Arqueólogos identifican barco de vapor utilizado para transportar mayas esclavizados
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) identificaron el primer naufragio conocido de un barco utilizado en la trata de esclavos mayas, la empresa de tráfico de personas del siglo XIX que vio a indígenas de Yucatán vendidos como servidumbre en plantaciones en Cuba.
La identificación de los restos del paddlewheeler La Unión aporta más evidencia sobre la existencia y persistencia de ese comercio, que se prolongó durante décadas a pesar de su ilegalidad formal. La embarcación se hundió en el puerto de Sisal en septiembre de 1861, unos cuatro meses después de que una proclama prohibiera específicamente el transporte forzoso de personas mayas.
Con la orientación de los residentes locales en Sisal, los arqueólogos del INAS localizaron el lugar del naufragio en 2017. Era evidente que la embarcación fue diseñada con tecnología de propulsión de rueda de paletas de vapor de primera generación, lo que sitúa su fecha de construcción en el rango de 1837-1860. Las calderas habían explotado y el casco de madera mostraba signos de quemado. Gran parte de la estructura estaba bien conservada, incluidas las ruedas de paletas, los restos de las calderas y los sujetadores de cobre utilizados para la construcción del casco.
Después de una temporada de bucear en los restos del naufragio, el equipo profundizó en los archivos de Yucatán, Ciudad de México, Cuba y España. Recopilaron suficiente información para confirmar que el naufragio es de hecho. La Unión.
La Unión pertenecía a Zangroniz Hermanos y Compañía, con sede en La Habana, que se dedicaba al comercio entre Cuba y México, atendiendo los puertos de Sisal, Campeche, Veracruz y Tampico. La embarcación transportaba cargamentos agrícolas, pagando pasajeros y personas mayas que fueron capturadas o engañadas para que hicieran un viaje de ida a Cuba. Entre 1855 y 1861, Zangroniz Hermanos transportó un promedio de unos 25-30 mayas a Cuba por mes con La Unión y un recipiente adicional.
En el momento de La Unión operaciones, la región de Yucatán se encontraba en medio de una larga insurrección conocida como la Guerra de Castas (1847-1901). Los combatientes de ascendencia española a veces enviaban a los mayas que habían sido capturados en la lucha a la servidumbre en Cuba, donde eran solicitados por las plantaciones de azúcar. El comercio podría ser lucrativo, según el INAH.
"Cada esclavo se vendía por hasta 25 pesos a intermediarios, y podían revenderlos en La Habana hasta por 160 pesos. [for men]", dijo la arqueóloga subacuática del INAH Helena Barba Meinecke en un comunicado.
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